La importancia del punto de vista

La importancia del punto de vista

CAMBIAR EL PUNTO DE VISTA PARA DESCUBRIR LA CARA OCULTA DEL MONCAYO

Lo oculto entre lo oculto

Pocos lugares pueden constituir en sí mismos y  a través de su nombre, la esencia de nuestra filosofía… y esta comarca aragonesa lindando con Castilla, por si sola, invita a vivirla.

Es el Moncayo una montaña de connotaciones mágicas incluso divinas de modo que desde antiguo fue considerada Sagrada.

Ya hicimos referencia a su majestuosa presencia en nuestra primera experiencia,  cuando en la distancia… a más de 100km. en línea recta, su silueta inconfundible lleva siglos y siglos siendo referencia y más, alcanzando su máxima expresión cuando nos acercamos a él y su imagen se funde formando parte del mismo paisaje en el territorio llamado somontano del Moncayo o Sierra del mismo nombre.

Trasmoz, Veruela, Bécquer en todo su esplendor, Corza Blanca, ánimas y Cartas desde una celda son sinónimo de Moncayo, de su mágia y de su impronta a caballo entre Soria y Zaragoza.

Es sin embargo el Moncayo, más majestuoso, grandioso e imponente de lo que sus fríos números nos dictan y lo que refieren de él.

No es una de las mayores alturas de España, ni siquiera de Aragón, pero su soledad, el hecho de aparecer exento sobre unas tierras, sobre todo las del valle del Ebro de escasa altitud y la ausencia de otros que lo acompañen hace dar la impresión de más altura y presencia alrededor de él.

Y es por ello que no es difícil dar un rodeo a su falda para poder observar sus diferentes puntos de vista lo que sobre cada región, comarca o paisaje infunde.

Nos servirá este caso para hablar de un concepto, el que acabo de mentar, que va a ser siempre necesario tener en cuenta a la hora de valorar un hecho, un paisaje, o un momento.

Me refiero a la perspectiva o al punto de vista.

Ya indicamos en una de nuestras aventuras la conveniencia de tener en cuenta que dependiendo de la hora del día, de la estación del año, el tiempo meteorológico o de nuestro estado personal en cada momento, un viaje, o cualquier tipo de experiencia nos aportará diferentes sensaciones y emociones.

Resulta obvio que al igual que un libro, una película o una obra de arte no nos va a contar lo mismo ni a emocionar del mismo modo a nuestros 17, 30, 49 o 90 años, tampoco cualquier experiencia lo hará… Importante que la persona que a los 90 años decida experimentar la conducción lenta o Duccere lente se asegure de que está en plenas facultades o valore la posibilidad de ir de acompañante.

Por esa razón insistimos y reforzamos nuestra idea de que cualquier actividad que llevemos a cabo sea realizada con conciencia y siempre con el convencimiento de que vamos a aprender algo nuevo o que nos puede aportar algo diferente y en definitiva a enriquecernos.

Como decía, es el Moncayo, una montaña que puede ser vista desde diferentes lugares sin mucha dificultad.

Tiene la facultad de una escultura que puede ser rodeada, a la que podemos dar la vuelta y de ese modo conocer y obtener una visión desde cada uno de los lugares de observación de modo que cada uno nos dará a conocer un matiz, un gesto, una textura y una luz que conformarán todo lo que nos quiere decir.

La imagen que el Moncayo ha proyectado en el aragonés de Tarazona, Trasmoz o Magallón, nada tendrá que ver con la que posea el de Ágreda o el de Ólvega y diferirá también con la estampa obtenida desde otros emplazamientos acostados a su falda.

Y es llegados a este punto, cuando encontraremos esa cara oculta que desde hace años desde algunas pintorescas poblaciones y pedazos de historia, se reclama…

Purujosa, Calcena… pueblos que acostados sobre el río Isuela, y en paralelo al Aranda que da nombre a su comarca, no dejan de mirar al cielo para ver siempre el Moncayo que los acoge como una madre acoge a cada uno de sus hijos.

Como un slogan y reclamo de actividades deportivas, competiciones e invitaciones a descubrir lo desconocido, La Cara oculta del Moncayo aparece como un espléndido motivo para que Ducere lente se exprese.

Quizás el carácter de oculto viene dado por que en comparación con las vertientes castellana y aragonesa que ya hemos mencionado, su accesibilidad es más complicada.

En el trazado que discurre entre las capitales de Soria y Zaragoza y que unen Ágreda con Navarra, Tarazona o el valle del Ebro, autopistas y autovías además de una buena carretera, se acercan a no muchos kilómetros de la cima.

En la aventura que tomaremos Ducere lente pisará y pasará de nuevo por carreteras con curvas, pendientes, momentos inolvidables plagados de señales que anuncian nieve, animales en el camino, desprendimientos y curvas de radio reducido.

Sin embargo, no nos quedaremos simplemente en esos dos municipios que han hecho suyo el eslogan y sobre lo que en modo alguno vamos a arrojar ninguna duda, pero sí que haremos extensible su halo de misterio a alguna otra localidad como Tierga, Trasobares, Oseja, Aranda de Moncayo o Jarque de Moncayo que ocultas entre lo oculto, no dejan de aparecer como vestigio y razón de lo que el curioso conductor busca y desea experimentar a través de carreteras poco frecuentadas, maltratadas y poco consideradas históricamente, pero que ante nuestros ojos y frente a nuestras ansias de disfrutar aparecen como un diamante en bruto al que no vamos a renunciar en modo alguno.

One thought on “La importancia del punto de vista

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *